PÉREZ Y LOS ANIMALES

SIendo parte de la ingente obra taxonómica llevada a cabo por Pérez en los primeros años de exploración del Submundo, estos textos nos aproximan a su Historia Natural.


UN RECUERDO A WILLIAM TRAPECIO, DEFENSOR DEL MALUQUILLO

Los estudios sobre el vuelo del maluquillo que William Trapecio llevó a cabo en 1.9571,  tuvieron cierta notoriedad. Debido a una muy especial serie de circunstancias geo-climáticas, el maluquillo no sólo sigue anidando en los sequoyas de la plaza mayor, sino que gracias a ello, comienzan a repoblarse otras regiones donde el maluquillo se había extinguido completamente.

La Sociedad de Amigos del Maluquillo, celebra estos días su 35 aniversario. Lo hace entre grandes festejos, pues en 35 años se han conseguido poner, digamos, “en órbita” varios millares de maluquillos jóvenes.

Muchos aún no son conscientes de la importancia del maluquillo para el equilibrio ecológico. Sin él, las trogonas habrían acabado ya con la mayoría de codornejos, las mulancias estarían llenas de garrapancias y en las acequias se ahogaría el nurongo.

Por otra parte, el maluquillo nos protege de la peligrosa espineta en nuestros propios jardines. Nunca podríamos ser ingratos con el maluquillo.


LA GOROPELA

La Goropela, manchada o negra, es la fisoide más grande que se conoce. Vive en escasas manadas que se jerarquizan de manera compleja (ver ley de Bem-beh). Los sistemas de comunicación que usa la manada están basados en la observación de los movimientos del rabo del neutro-guía, lo cual se entiende propiamente por goropela en casi toda la zona sur-oriental del continente y entre muchas tribus del baricentro.

DESCRIPCIÓN

A pesar de su aspecto caniforme, fué considerada por De Blaat como un “mamífero extrógiro afelinado”. Una grupa córnea, casi de su misma altura, le da un aspecto extravagante. Lo cierto es que, aún poseyendo poderosas garras, una membrana une sus patas al abdomen y le permite “planear” sobre distancias de 50 m. entre árboles que alcanzan a veces alturas de 10.

LEY DE BEN-BEH

Aunque la Goropela está tan bien dotada para el vuelo arborícola, la verdad es que pasa la mayor parte de su vida entre los pastos y lagunas de las estepas Nori. A nivel del suelo los peligros son suficientes como para tenerlos en cuenta y tratar de soslayarlos, es por ello que la Goropela ha desarrollado el inconfundible sistema jerárquico que tan intensamente estudió Ben-Beh.

En pocas palabras, se trata de una serie de “ritmos interactivos de comportamiento” que pueden verse resumidos en la siguiente tabla:

peligro a 50 m.          peligro a 30 m.      peligro a   5m.

___________________________________________________

m/h I-005              h/+1c.P/I-003          vt/0005 (F)

 

donde

m/h I-005= machos y hembras moteados impares según su posición respecto al sol.

h/+1c. P/I-003= hembras pares o impares negras más un cachorro, en el sentido contrario al sol.

vt/0005= vuelo torneado de toda la manada, en espiral sobre la laguna.

(el neutro-guía inicia siempre el movimiento)

MOVIMIENTOS CENTRíFUGO Y CENTRíPETO DEL RABO DE LA GOROPELA

Resultan simétricos con respecto a la disposición par/impar; sol/no sol de los grados de peligro para la manada.



 


HISTORIAS DE RABULONES

(Resultará un complemento ideal para todos aquellos que hayan leído Los Hechos  Pérez y se hayan interesado por el mundo rabulónico.
ésta es la única de las HISTORIAS DE RABULONES que se conserva. Se duda incluso de que se escribieran más. Pocos testigos hay de la vida rabulónica y se atribuye a Pérez la autoría de este momento de privilegio naturalista.)

Rabulón Cork Giménez introdujo su última moneda multifacetada en el ombligo electrónico de Palabras. Éste guardaba silencio desde hacía varios minutos, pero Rabulón Cork Giménez tardó en darse cuenta: lo último que había dicho Palabras le había sumido en la perplejdad, haciéndole cambiar del verde esmeralda habitual a un violento granate de estupefacción.
La moneda desapareció en la barriga receptora y Palabras, enarcando mucho las cejas, se puso a hablar:

-Como te decía, existe una zona muy rica en sincroplast activo relativamente cerca de vuestra plataforma residencial. La cubre casi en su totalidad la nueva colina 4-D, pero no sería difícil excavar galerías e instalar campamentos alrededor.
-¿Y el pantano? ¿Qué hacemos para cruzar el pantano?- preguntó el rabulón.
- Tenéis que pedir a los bulis plegables que os ayuden a atravesarlo.
- Pero los bulis no harán nunca nada por los rabulones. Es una simple cuestión biológica: Cuando un buli plegable toca a un Rabulón se transforma radicalmente en un hiper-buli autoenrrollable y éso no les gusta nada, pues es irreversible.
- Déjame hablar, rabulón, o tus monedas no te servirán para escucharme- le recordó Palabras.
- Sea.
- En el camino hacia Kndar hay un pequeño desvío. Cerca de donde hacéis vuestras fiestas pro-estáticos.
- El desvío que llega a las antiguas ruinas de Blungui-Bli.
- Exacto. Antes de llegar al valle de Blungui, un sendero trepa por la vieja colina M-4. Apenas se ve pues los grandes helechos lo ocultan. Ese sendero conduce a la cabaña de Peras, que vive con sus dos cabras. Él puede producir al antídoto que protege a los bulis.
- Peras no quiere a los rabulones.
- Algo ha cambiado en su manera de pensar durante los últimos tiempos. Sobre todo desde que se levantan nuevas colinas.
- ¡Peras! Me dejas sorprendido. ¡Pero si disecaba rabulones! Su holo-chisme referencial todavía cuelga en todas las Oficinas No Veo de las plataformas...
- Convence a tu grupo... él os... ayudará...

Palabras se detuvo y permaneció inmovilizado bajo su protector foto-lógico. La moneda se había agotado.


"¡Una mina de sincroplast!", pensó Rabulón Cork Giménez. "Es inaudito", siguió pensando. Y enfiló el camino de regreso a la plataforma diciéndose que Palabras nunca dejarìa de sorprenderle.
Oscurecía cuando los sonidos familiares le indicaron la proximidad de la comunidad rabulona: Llamadas a los rezagados para que no se quedaran fuera al anochecer, discursos vespertinos de los primeros móviles, escrupulosamente respetados por todas las secciones de todas las zonas de la plataforma y el "jaullí", el canto de cierre que cada noche precedía al sellado Intenso3 . El que escuchaba el jaullí estando fuera de la plataforma sabía que ni el rabulón más misericordioso le dejaría entrar. Por suerte para Rabulón Cork Giménez, aquella noche sonó cuando franqueaba la puerta de su cebáculo personal.




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