1. Entrevista
realizada
por Pilar Romero para el suplemento La Mirada, 2002
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¿Cómo describirías tu colección de piezas de puzzle encontradas en la calle?
Imagínate una gran caja
con
un puzzle dentro. La abres y sí, hay un puzzle, pero formado por
piezas que proceden de otros muchos. Es un puzzle de puzzles. Para
mí
es un universo. Mientras está cerrada, pienso que todas las
piezas
se han transformado y encajan entre sí. Cuando la vuelvo a
abrir,
vuelven a presentar su aspecto original, ninguna encaja con ninguna.
Pero
estoy seguro que cuando la caja está cerrada, mantienen
relaciones
mucho más estrechas que cuando las desparramo por la mesa. Todas
tienen escrito detrás el lugar donde fueron encontradas y la
fecha.
Por lo demás, no hay nada especial en la colección.
Sólo ella misma, supongo.
¿Cuándo comienzas a coleccionar los trozos de puzzle? ¿Recuerdas cuándo y cuál fue el primero que te guardaste?¿Al día de hoy cuántos tienes?
Todo comenzó un día de 1984. Me encontré una pieza de puzzle en el suelo, caminando por la calle. Y la recogí, porque era bonita. Me hizo pensar mucho, recordé que en casa de mi familia había siempre un gran puzzle que yo hacía de niño un par de veces al año. A aquel puzzle le faltaba una pieza, que alguien había sustituído por un trozo de cartón dándole la forma adecuada. Cuando era niño muchas veces me pregunté cómo podía haberse perdido aquella pieza, si el puzzle nunca salía de casa. Al encontrar mi pieza del 84, tuve la intuición de que provenía de alguna casa donde todos deberían estar preguntándose lo mismo. Experimenté la sensación de que había una conspiración mundial de piezas de puzzle que huían del puzzle matriz para el que habían sido creadas. Pero no tuve la certeza de ello hasta que pocos días después encontré otra pieza de otro puzzle distinto. Desde entonces he encontrado unas 150, de las que he catalogado 55. Fué una progresión geométrica hasta hoy día.
¿Qué es hronir? ¿De dónde sale la palabra? ¿Y qué ha significado para ti? también tienes una discográfica con ese nombre.
Esta palabra aparece en el relato de Jorge Luis Borges "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", del libro Ficciones. Ahí va la cita: "No es infrecuente, en las regiones más antiguas de Tlön, la duplicación de objetos perdidos. Dos personas buscan un lápiz; la primera lo encuentra y no dice nada; la segunda encuentra un segundo lápiz no menos real, pero más ajustado a su expectativa. Esos objetos secundarios se llaman hrönir y son, aunque de forma desairada, un poco más largos. Hasta hace poco los hrönir fueron hijos casuales de la distracción y el olvido (...) Las investigaciones en masa producen objetos contradictorios; ahora se prefiere los trabajos individuales y casi improvisados. La metódica elaboración de hrönir ha prestado servicios prodigiosos a los arqueólogos. Ha permitido interrogar y hasta modificar el pasado, que ahora no es menos plástico y menos dócil que el porvenir. Hecho curioso: los hrönir de segundo y tercer grado -los hrönir derivados de otro hrön, los hrönir derivados del hrön de un hrön- exageran las aberraciones del inicial; los de quinto son casi uniformes; los de noveno se confunden con los de segundo; en los de undécimo hay una pureza de líneas que los originales no tienen..."
Dice Borges, que los hrönir, además, van perdiendo consistencia (y existencia) si no se miran ni se tocan, hasta desaparecer por completo. Es la definición más maravillosa que he oído jamás de los objetos encontrados. Recomiendo leer el relato, que es una verdadera joya y explica más cosas de esos objetos del deseo. Explica muy bien por qué no he dejado de encontrar piezas y por qué a todos nos pasan cosas así.
En cuanto al sello Hrönir, es la discográfica a través de la cual edito mis discos. Mi música está también hecha con piezas de puzzles sonoros: rastreo al azar la onda corta de todo el planeta y hago "samplers", obtengo muestras sonoras con las que construyo mi música. He acabado relacionando ambas cosas y he querido reflejarlo en el nombre del sello.
¿Qué es lo que te atrae, lo que más te llama la atención de este objeto, para iniciar y mantener esta colección durante años?
primero, esa magia del encuentro. Después sus formas, tan distintas como familiares. Y por supuesto, lo que se intuye en cada pieza, como fragmentos de hologramas, contienen una parte esencial del conjunto, sólo que a veces sólo puedo intuírlo y otras, en cambio, adivinarlo casi por completo. Otras son tan crípticas e incomprensibles como fascinantes, en fin, mantengo una relación bastante apasionada con mi colección.
¿Qué requisitos ha de tener un trozo de puzzle para ser considerado bueno, digno de coleccionar? ¿Todos los que llegan a tu poder entran a formar parte de tu colección? ¿Desechas algunos? Si es así, ¿por qué?
sólo descarto dos tipos de piezas: las que han perdido la "cara", porque ha llovido o están muy gastadas, y sólo conservan el reverso. Y las que pertenecen al mismo puzzle: si encuentro un puzzle desparramado por la calle (lo que suele ocurrir a veces, quizá porque sus dueños lo han tirado ¡al ver que le faltaban piezas!), sólo cojo una y desecho las demás.
¿Cómo los clasificas? ¿Dónde los guardas? ¿El espacio (físico) es importante para ser un gran coleccionista?
Viven en una caja. Cada pieza tiene escrito detrás el lugar y fecha del hallazgo. La caja está junto a otra caja, que contiene aspectos complementarios de la colección. No la tengo expuesta en clasificadores, como una colección de monedas, ya que creo que las piezas de puzzle siempre se guardan en cajas o botes. Es su lugar natural. Luego, cuando la revisas, debes extenderla en una mesa. También las tengo escaneadas, aunque ese es un trabajo para el que nunca tengo tiempo. El espacio físico es importante. Mira, me pasó una cosa: comencé a coleccionar etiquetas ovaladas de las frutas y las pegaba en el marco de la puerta de la cocina. Tuve que cambiar de casa y se quedaron todas ahí, no pude llevarme la puerta. Ahora las engancho en una libretita, pero tuve que volver a comenzar... cada colección pide su espacio. Colecciono cosas del mar. desde imágenes hasta objetos, y su espacio es una habitación. En casa le llamamos "habitación marina". Precisan de un espacio muy amplio, pero no se inmiscuyen con la vida cotidiana, en esa habitación comemos, y es muy inspirador comer rodeado de cosas del mar, ya que nos gusta mucho el pescado.
¿Cómo se hace una colección de trozos de puzzle? Es decir, ¿Cómo los consigues? ¿Valen sólo los que tú encuentras? ¿Es difícil hacerse con una colección extensa?
Aunque en los primeros años deseaba muy a menudo encontrarme piezas de puzzle, y me encontraba muchas, descubrí que había mucha más frecuencia de hallazgos cuando pasaban cosas decisivas en mi vida, entonces les dí un sentido más profundo, encontrar una pieza era como llegar a una bifurcación, la pieza pasaba a ser amuleto y ese influjo de la pieza en mí retardaba la aparición de nuevas piezas. Aún así, las mejores son las que encuentro por sorpresa, son las que más valoro. Pero el ritmo se ha estabilizado, aunque ha aumentado mucho la colección paralela: siempre que explico la historia de esta colección a otras personas, éstas empiezan a encontrarlas por sí mismas. Actualmente recibo piezas de puzzle de muchos lugares del mundo, llevan el nombre de quién las ha encontrado, el lugar y la fecha. Esa colección ya es más numerosa que la mía propia, y la llamo "piezas de puzzle encontradas por los amigos de Victor Nubla". Cuando lo explico, siempre me dicen: éso es muy difícil. Y luego me escriben diciendo: ya he encontrado una. Al final se convierten en asiduos remitentes de piezas.
¿Si tuvieses que vender tu colección lo harías?
Sin duda, no. Se me ocurrió una idea alternativa: cada cierto tiempo, fotografío la colección sobre fondo negro. Luego edito una serie de diez puzzles troquelados sobre la imagen de mis piezas sobre fondo negro. El resultado es un puzzle imposible de armar si lo intentas sobre otro fondo negro. Es sorprendente: el troquel del puzzle no corresponde con la forma de las piezas que se intuyen en él, y no hay forma. Esos tableros están en venta, pero nadie los ha comprado por ahora. Son antipuzzles, debe ser una protección de mi sentido personal de la colección.
Según me han contado, has hecho varias exposiciones con los trozos de puzzle ¿Cómo reacciona el público? ¿Tienes previsto alguna exposición próxima?
He expuesto las piezas varias veces. Primero en la II Exposición de Músicos Pintores en Barcelona, estaban en una vitrina. Poco después en la exposición de Macromassa "Alas Plegables 3", en el mismo formato, pero ya había más piezas. Ambas fueron a finales de los 80. La tercera vez fue en la Universidad de Barcelona, en una colectiva donde se presentaban partituras inusuales, hechas con medios plásticos. Ahí construí una partitura para triángulo con piezas de puzzle, dando un sentido a la lectura de sus concavidades y convexidades. La pieza la estrenó en directo Enric Casasses el día de la inauguración. Luego se expuso la partitura en el sur de Francia, creo que en Avignon. Esas piezas nunca han vuelto a la caja, siguen en la partitura, dentro de una gran carpeta. Luego participé en una colectiva del Museo del Calzado en Barcelona y expuse la pieza de cartón del puzzle familiar, ya que ocupaba el lugar del zapato de uno de los personajes que aparecían en el puzzle, un tablero de los años cincuenta que representaba una escena de un aeropuerto inglés, un trabajo magnífico de "línea clara" que parece sacado de una viñeta de Tintín. Y en diciembre del año pasado di una conferencia en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires donde expliqué la colección. En la mismísima ciudad de Borges. Eso para mí fue un gran honor.
La reacción del público, en la mayor parte de las ocasiones, ha sido encontrarse piezas de puzzle por la calle y mandármelas. Hace ya bastantes años que no las expongo, pero estoy tratando de hacer una página web interesante que me da mucho trabajo. Tengo una exposición siempre en mente: exponer las piezas por separado y relacionarlas con animales-puzzle, como el okapi, o el ornitorrinco. O el lemur. Quizá las piezas de puzzle son lemúridos...
¿Qué consejos darías a alguien que quiera empezar una colección similar?
Yo diría que si llegas a encontrar una colección semejante, has tenido que ser coleccionista total, antes que nada. Llegar a esto es como una suerte, un valor añadido a tu existencia como coleccionista. Algo por lo que vale la pena seguir adelante.
¿De todos los trozos que tienes cuál es el más apreciado y por qué motivo?
El primero, sin duda, pero también alguno que considero muy equilibrado de forma y con una imagen facial muy sugerente, como el que uso como anagrama del sello discográfico. Luego hay también rarezas, como puzzles en relieve o con lineas angulares. Otras piezas, por su procedencia, como una que recibí, encontrada a las 20 h. del 9-9-2000 en el puente de Atatürk, en Istambul.
¿Qué placer o beneficio encuentras en el coleccionismo de trozos de puzzle? ¿Y los inconvenientes?
Es parte de mi vida, me produce mucho menos tedio que ver la televisión. Es mucho más interesante. No me produce ningún inconveniente, siempre que no aparezca alguien pensando que estoy chiflado.
¿Cuántas horas de tu tiempo libre ocupa esta afición?
Sólo las que paso caminando por la calle. Después un par de horas a la semana para mantener la colección.
¿Tienes otras colecciones? Si es así ¿cuáles? Descríbela, ¿cuántas tienes, de qué tipo? ¿Cuándo comenzaste a coleccionarlas y por qué? ¿Qué es lo que te atrae de ellas?
Hago varias colecciones: la
más
numerosa es la de sellos de goma, de los que se mojan en tinta. Tengo
cientos.
Suelen aparecer en los rastros de todas las ciudades, a montones. Lo
difícil
es escoger. Pero tengo sellos buenísimos, como uno del club de
fans
del Fari, otro de una partitura completa, inmenso, y otros de la
época
de los almacenes de "coloniales", donde pone "plátanos" y cosas
así. Esa misma afición me ha llevado a coleccionar las
impresiones
de los sellos de goma, de los membretes de las cartas, y sobre todo de
la época del mail -art, en los años 70-80. Tengo un libro
lleno de impresiones de sellos de goma. Es una gozada, porque resume
muy
bien una época. otra de mis colecciones estelares también
es de esa época: coleccionaba cerillas de las que aparecen con
deformaciones
dentro de las cajas, a veces con dos palos o con dos cabezas, o con
cabezas
extrañas. Las expuse en 1986 en la casa de cultura de
Andújar
con el título de "Joyas"*.Cada una estaba en una pequeña urna de plástico, sobre
un fondo de terciopelo. Pero esa colección la regalé
completa,
con un certificado, y no la he continuado jamás. También
me gusta coleccionar cosas iguales. Objetos que tengo y de los que
encuentro
un doble en alguna parte. No es una colección fácil, pero
es muy gratificante. En cambio, la de naipes encontrados por la calle
es
muy aburrida, no me ha dado ninguna satisfacción, aunque
podría
parecerse a la de puzzles, no tiene nada que ver, todos los naipes
remiten
al mismo tablero. También he coleccionado monedas y billetes
falsos
o simulados, todo tipo de reproducciones, cromos, y también
falsos
"de curso legal", pero también es una colección aburrida.
No digamos las 5.000 postales que
no sé donde poner, esa caja que me acompaña de casa en
casa.
Por lo demás, soy un coleccionista de discos constante, pero no
compulsivo.
¿Tus amistades qué opinan de tus colecciones?
Suelen participar. tengo pocos amigos no coleccionistas.
¿Alguna vez has hecho un puzzle? ¿te gustan?
He hecho los puzzles que
tenía
la familia, cada año, hasta aprenderlos de memoria, pero como
una
actividad poco importante. No me gustan especialmente los puzzles, pero
sí la idea de los puzzles.
* la colección de "Joyas" ha vuelto a ser expuesta el 26 de diciembre de 2003 en Palo Bajo - Le Freak - Barcelona
2. Exposiciones
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Las piezas de puzzle han sido expuestas en las siguientes ocasiones:
1. la totalidad
de
la colección entre 1984 y 1989: dentro de la
multi-exposición
de Macromassa "Alas Plegables 3" - Transformadors, Barcelona, 1989
2. la totalidad de
la colección entre 1984 y 1991: en la II Gran Exposición
de Músicos pintores - Transformadors, Barcelona, 1991
3. una sóla
pieza, reconstruída en cartón que sustituye a una pieza
perdida
en un puzzle de 1956: en la colectiva "Rápido" - Museu del
calçat,
Barcelona, 1992
4. cinco piezas de
la colección convertidas en hipertexto en una partitura para
triángulo:
en la colectiva "Partitura Plàstica" - sala Balmes 21,
Barcelona,
1993 (ver aquí no es allá el
día
de hoy)