en 1994 Macromassa formuló las bases de identificación de un nuevo género musical a partir de determinados descubrimientos realizados en la grabación del Cd y el LP "Los Hechos Pérez" dos años antes.
Lo explicaron así en el Boletín
Electrónico
Recreativo de LMD en sendas noticias publicadas en 1994 y 1995:
lo cierto es que aunque este género prometía emociones sin igual, el trabajo que inició Macromassa a partir de aquel momento adquirió como era habitual en su metodología, proporciones ciclópeas, pues se propusieron derivar de él un género así mismo literario: los Aspectos. A continuación podemos leer todos aquellos que llegaron a ser escritos. De ellos, sólo fueron publicados en disco con su correspondiente acompañamiento musical "El consecuente aspecto de Geometría" y "El espigado aspecto de Martina". "El obstruído aspecto de Manuel" se llegó a grabar con Doénado el Ur en el CIEJ de la Caixa, alrededor de 1995, pero la grabación se ha perdido. Hubo sesiones de grabación de aspectos ese año en el estudio de LMD Este, en las que participaron, además de Crek y Nubla, FelizPez y Mark Cunningham, pero esas cintas están por el momento ilocalizables. Cabe decir que en esas grabaciones se usaron algunas de las letras que se encuentran a continuación, aunque resulta imposible determinar cuáles. En cuanto a los caminos que la Música Suprimo siguió más allá de Macromassa, no tenemos mucha información, quizá el formato se haya mantenido, pero no los contenidos. En cualquier caso, aquí encontrarán todo aquello que se ha podido conservar de la parte literaria de la Música Suprimo o Consecuente, es decir, los Aspectos.
El acolchado aspecto de Alcachofa
Alcachofa se había propuesto indagar rápidamente la
edad
de los tocinos de sus vecinos.
"¡¡Ay de mí!!", decía, sin comerlo
ni beberlo.
Alcachofa acolchó su chocolate (que ofrecía a los
vecinos en tazas con mostaza) y cantó por las mañanas
mientras
los aéreos plateados surcaban el cielo de su terraza.
¡¡Radioteléfono!! exclamó Alcachofa
comiéndose
sus propias reservas de anís y de ranas, a causa de lo cual,
Alcachofa
obtuvo su acolchado aspecto.
El dilatado aspecto de Latón
Latón dormía arrebujado en sus mantas do-do para
agujeros.
Latón pensaba: "Característico, el flujo
pleurístico
cabe en simultáneos maquiavelos. Demos opción a la
reconstrucción."
Para Latón, el cuerpo cabía. Para Tostón, el hueco
dormía. Tanto es así, que Latón recuperó su
dilatado aspecto de la retrospección apoteósica de amplio
movimiento, conocida como bigue.
El obstruido aspecto de Manuel
¿Porqué Manuel? Cuando Manuel daba cuartel, sus
auxiliares
databan papel. Cuántas veces Manuel y Manuel habían
frecuentado
la reconfortante salsa del aparato volador. Para Manuel, sólo
Manuel
podía encontrar a Gaspar Pomposo. Éste le explicó
el problema de las orejas en oposición Alfa Cinco: No
había
donde apostar. El domingo se había ido. Y yéndose tras
él,
Manuel encontrar a Manuel
De ahí, Manuel obstruyó la fluctuación
heterofónica,
adquiriendo, él mismo, un obstruido aspecto.
El espigado aspecto de Martina
El nuevo proyecto memorístico de Martina concibe: La
conservación
de industrias y artes populares y una gran vitrina (donde se exponen
tres
jóvenes críticos). El espigado aspecto de Martina era un
consuelo, sus sentidos viajaban sin ella saberlo. A Martina sólo
le molestaba salir de casa otra vez, relacionarse con los panaderos y
sentir
alegría al ver un sifón.
¡Desapareció Martina! ¡Ha precintado su
habitación!Cuando
vuelve a aparecer, rebosante de alegría, su (espigado) aspecto
ha
sufrido una transformación: Más abultado. Menos estrecho.
Más luminoso. Menos Martina.
El difuso aspecto de Neumático
¡Por fin Neumático salía de noche! Cuántas
veces lo habia deseado mientras veía por la ventana los chicos
abajo,
con sus motos y las chicas con las faldas tan cortas...
Neumático
se puso aquella noche medio litro de colonia Brandenburgo y se
sugirió
a sí mismo no meter demasiado la pata. Gaspar Pomposo le
invitaba
a cenar y le llevaba después a bailar.
Por ello, Neumático obtuvo su difuso aspecto de la
interpolación
voluntaria del centro de deseos 4 y la unidad anacrónica de
falsas
obligaciones.
El resultado fue un éxito sin precedentes que llegó a
beneficiar a todo el país.
El consecuente aspecto de Geometría
¿Qué hay de Geometría? Su fulgor sólo lo
percibían algunos, los elegidos, los que desarrollan esperanza
cuando
oyen. Geometría fue la perla del estadio. Un soborno constante a
Perla. El correlato frugal de todos los geometría. Y sin
embargo,
¿quién iba a descubrir la realidad número
47?
¿Quién daría el primer paso por detrás de
Geometría?
Para Perla, todo estaba en contra. En todo caso, sólo un
geometría
podría hacerlo. Gaspar Pomposo acabó por ocuparse de
ello.
A Geometría no pareció importarle mucho todo aquel
movimiento
a su alrededor, de manera que siguió su lógica
evolución
hasta alcanzar su actual consecuente aspecto.
El desarrollado
aspecto de Matusalén
¿Qué podía decir Matusalén? A su
alrededor,
todos giraban, ofreciendo visiones laterales de sus conocidos y
vecinos.
Lucía el sol en las barberías. Matusalén
comió
deprisa su pedazo de pan y su sonrisa. Y si no sucediese lo esperado,
Gaspar
Pomposo estaría a su lado.
¿Qué se había hecho de su subdesarrollado
sub-aspecto?
¿Podría encontrarlo donde vivía la ardilla
almizclera?
Lucas Tomate estaba dispuesto a admitirlo: Gracias a sus soportes
laterales
en forma de F (que resultaban adecuados), Matusalén había
evolucionado con prontitud hasta alcanzar su momentáneo
desarrollado
aspecto.
El humilde aspecto de Garabato
¿Era Garabato un pato? Sus patillas sugerían lo
contrario.
En Garabato todas las cosas daban de sí. Su madre Aurelia le
conocía
bien. Y lo decía a menudo: ¿Qué será de
Garabato
si siempre anda con zapatos? Profundo y lejano sueño de
Garabato,
cada noche y cada rato. Un verano, Garabato tuvo lo mejor: siesta, vino
y tenedor. Pero de éso hacía mucho tiempo y ahora Gaspar
Pomposo ya no estaba cerca. Garabato recogía miles de hojas
azucaradas.
Extraño proceso interlineal, éste que dió a
Garabato
un progresivo vaivén hasta alcanzar su actual humilde aspecto.
El soberbio aspecto de Cartabón
Cartabón dormía con un castor cada día.
Cartabón
y sus sucesos. Un tranvía por poco aplasta a una vieja.
¿Y
porqué?, porque Cartabón dormía.
¿Quién
daría tiempo a Cartabón para despertar?
¿Sería
su vecina María? En el entorno de Lucas Salero, todo
parecía
coincidir. Por supuesto Cartabón había hecho todo lo
posible.
Había hablado aquí y allá, removiendo las arenas
movedizas.
¿Y qué encontró?: la admiración de su
hermana
Jesusa.
Para cartabón, la luz era sonido y los peces del río
se comían su periódico. Nada más. Tanto es
así,
que siguió su desfasada trayectoria, hasta alcanzar su actual
soberbio
aspecto.
El cansado aspecto de Pulga
Para Pulga era un día normal. Muchos perros y nada que robar.
¿Cómo podía saber que con Tijeras se iba a
encontrar?.
El bueno de Tijeras. Él sí que sabía cansar a las
pulgas. Y de las noches y de las mañanas, nadie se podía
acordar con claridad. ¿Quién se comería aquel
hueso?
¿Quién sería capaz de desdoblar el polo
interactivo
B sin dañar la escotilla? Ese trabajo no estaba hecho para
Pulga.
La Rana Manzana le invitaba a nadar. Después ladraban y se
reían.
Y Tijeras inquiría: ¿Dónde está mi
mandoble?
¿A quién se ríen? ¿De qué ladran?
Pero Pulga tenía largos antepasados y no se iba a disfrazar
para cualquiera. Y Tijeras dijo "¡bum! ¡te cansas!" y
Pulga,
poco a poco, fue introspectando sus manos hasta alcanzar su actual
cansado
aspecto.
El archiconocido aspecto de Patatillas
¿Hasta cuando Patatillas? Esta exclamación recorría los pasillos de la fábrica de guantes en forma de F (que resultan adecuados) a todas las horas del mes. Nadie sabía que Patatillas comía semillas. Daba vueltas a la mesa y volvía a comer. Gaspar Almizclero y la Rana Pomposa estaban asustados. Sobre un estante: así quedarán sólo tres. Pensamientos como ése asaltaban la dura mente de Pedro Patatillas todas las mañanas. Tanto cabía en sí de gozo que siguió con las semillas hasta alcanzar su actual archiconocido aspecto.
El ultrajado aspecto de Sobremesa
Digamos la verdad acerca de Sobremesa: Su mano derecha nunca supo lo que hacía su oreja izquierda. Y viceversa. De tal manera que su mano izquierda atendía a los requerimientos de su oreja derecha todo el tiempo. Y así vivía Sobremesa, con un pie aquí y un codo allá. Su disparatada ausencia en los momentos más importantes, como el Congreso de Almejas Locas, dejó un regusto a estopa en las gargantas de los comisarios. Sobremesa decía: "Más allá de la realidad está la cabeza, y más acá la cerveza. No soy amiga de las disputas ni de los vehículos trimotor plegables. Prefiero que se calmen, señores". Pero ¿que sería de Sobremesa sin el apoyo de su club de fans incondicionales, conocido como Sociedad Para el Desarrollo del Aspecto de Sobremesa? A su tigre Malaquías, éso le importaba poco, pero no dejó de observar con asombro cómo Sobremesa seguía su lógica evolución hasta alcanzar su actual ultrajado aspecto.
El lánguido aspecto de Tractor
Amanecía en las torres oblícuas de sal. La mañana era absoluta y levantaba su poder sobre todos los insectos que buscaban, inquietos, la fuente del placer. Para Tractor era un día como cualquier otro, con sus patos voladores y la lectura atenta del manómetro. Un día festivo y laboral que excitaba sus sentidos hasta hacerle perder su agenda de teléfonos. En los campos violeta las aves remontaban el vuelo perdido la noche anterior y Tractor pensaba: “"a espuma del mar es un buen invento: blanca cuando existe, inexistente cuando es mar". De todo aquello, guardaba buena cuenta Marta Resumen, la auxiliar de campo, sentada en su toldilla plegable reglamentaria. Fue ella la primera en advertir, que Tractor siguió su lógica evolución hasta alcanzar su actual lánguido aspecto.
El irradiado aspecto de Sardina
Sardina supo simultáneamente dos cosas: Que después del día viene la noche y que no hay tres sin dos. Es por ello que las calles y plazas lucen en sus placas el número 92. ¿Y acaso aquello iba a alterar la bienaventurada vida de Sardina? ¿Era posible caber todos juntos en aquel pequeño automóvil de juguete que conducía su hermano? ¿Y qué hay de las extrañas luces que se adivinaban tras las puertas y ventanas de su casa? Sardina no daba importancia a todas esas preguntas: seguía y seguía, continuaba y continuaba. Sabía simultáneamente dos cosas, y éso era más de lo que muchos llevaban en el bolsillo. Gracias a ello, y a cierto mejunje de brillos metálicos que preparaba en el horno ecuacional térmico, Sardina siguió su lógica evolución hasta alcanzar su actual irradiado aspecto.
El labrado aspecto de Kilovatio
¿Qué fue de Kilovatio? En su cansado jubón
hacía
tiempo que las amebas no estaban. Levitando en los terrenos de juego,
Kilovatio
había puesto muy alto el listón de su barrio. Claro
está
que casi nadie sabía cómo Kilovatio había
desarrollado
el interpolador magnético de frecuencia personal. Paco
Malón
le había ayudado en ello. Juntos habían pasado largos
momentos
de pesadumbre aguardando el giro circunstancial-pelota.
Muchos martes fueron necesarios y la oposición entumecida de
la vecindad conspicua no logró alterar el reloj de lectura de
presión
que incorporaba el interpolador, de manera que Kilovatio siguió
su lógica evolución hasta alcanzar su actual labrado
aspecto.
El paleozoico aspecto de Paloma
¿Acaso era Paloma una tontería? ¿No había trabajado toda su vida en la pequeña feria de autos de choque en la plaza octogonal al este de la ciudad? La recuerdo muy bien. La veo como si fuera hoy salir volando en dirección a su perro. La veo, también, en los escaparates de instrumental técnico. Y nunca dejaré de preguntarme: ¿Qué impulsó a Paloma contra su perro? ¿De qué raza era el perro? Nadie se ha puesto de acuerdo. En todo caso, sólo un experto en artes parciales podría saberlo. Si una nueva vida comenzó para el perro, no cambió menos la de los habitantes de aquella plaza, que pudieron ver como Paloma seguía su lógica evolución hasta alcanzar su actual paleozoico aspecto.
El alucinante aspecto de Lechuga
Muchos queremos saber porqué Lechuga es como es. ¿Y cómo es? Lechuga es estirada, fresca y alechugada. Tiene dos ojos, una boca, una nariz y dos orejas preciosas donde cuelga pendientes de lenteja. Para lechuga, todo se basa en las tres leyes del pasado: fuí, fuiste y se fueron. Lo supo muy pronto. Aquel año de nieve abrió muchas puertas en su mente y algunas más en las casas vecinas. Así Lechuga acabó por convencerse de su propia verdad: las limitaciones del tiempo son como pies cansados en un puente sin orillas. Y el tiempo pasó. Pasando y pasando, influyó en el delicado temperamento de Lechuga hasta que ésta, siguiendo su lógica evolución, alcanzó su actual alucinante aspecto.
El objetivo de Crek y Nubla era llegar a redactar 56 aspectos. De aquellos que no llegaron a escribir, nos han quedado los títulos:
El asustadizo aspecto de Hormigo
El reprobable aspecto de María
El circunspecto aspecto de Alberto
El reconstituyente aspecto de Quinito
El elíptico aspecto de Piki
El entrecruzado aspecto de Retoño
El comarcal aspecto de Dinamómetro
El impactante aspecto de Renato
El percusivo aspecto de Girafa
El percusivo aspecto de Su Hermana
El visualizado aspecto de Visión
El desenfadado aspecto de Rigoberto
El prematuro aspecto de Poroso
El alargado aspecto de Recolector
El ofuscado aspecto de Lombriz
El regalado aspecto de Jeroz
El brillante aspecto de Linterna
El esforzado aspecto de Marrano
El incólume aspecto de Fantasma
El abominable aspecto de Mari Pili
El esperanzador aspecto de Espuertas
El lacónico aspecto de Cepillo
El disparatado aspecto de Nariz
El fiable aspecto de Flauta
El práctico aspecto de Horario
El devastador aspecto de Fermentado
El arrebatado aspecto de Cefalópodo
El abigarrado aspecto de Propicio
El simulado aspecto de Simona
El lamentable aspecto de Acequia
El prensado aspecto de Matías
El sorprendente aspecto de Zapato
El diurético aspecto de Festejo
El ensordecido aspecto de Calabaza
El asistido aspecto de Mojón
El primoroso aspecto de Superficio
El magnánimo aspecto de Lagrimal
El llamativo aspecto de Parachoques
El silencioso aspecto de Cortina